Con fecha 4 de junio,
Santiago deslumbra su corrillera blanca y nítida, tras dejar caer unas gotas de
agua, “lluvia”, en la capital metropolitana. Nos juntamos como es de costumbre
en la casona con un objetivo claro; llegar al barrio Huemul.
En la calle san Ignacio tomamos la micro 115, para bajarnos
en la cercanía de la población La Victoria, donde habíamos quedado en la camina
anterior. Exactamente nos bajamos en
Isabel Riquelme con Bascuñán guerrero. Al caminar unos pasos, nuevamente
pasamos por el Zajón de la Aguada, caudal que lo hemos
encontrado en más de una ocasión, el paisaje
toma protagonismo, cielo despejado, cordillera majestuosa y unas cuantas
nubes asomándose.
Luego de cruzar el Zajón, descubrimos un parque de escala
barrial, acogedor y tranquilo, sin embargo este lugar guarda una historia; las
familias de la Población La Victoria son proveniente del “cordón de la miseria”
ubicado en el borde del zajón la aguada, terrenos que fueron incendiados y
posteriormente convertido en un parque llamado centenario.
Acercándonos al final de este parque podemos ver por una
parte una muralla infinita, de dimensiones poco normales a escala humana, este
“edificio” era la penitenciaria, muralla maciza, gruesa y alta, con alambre
púa, símbolo de autoridad y prohibición. Y por otra parte una toma de terreno,
a simple vista parecía un campamento en el olvido. Dos veredas, dos contrastes,
dos realidad. ¿Cuál es el costo de la libertad humana?
Continuando, la calle nos lleva a su final y al encuentro con
la autopista central y el centro de “justicia” edificio que no pasa
desapercibido, en el entorno, su presencia se hace notar en el lugar. Entramos,
observamos y nos fuimos.
Cruzando la autopista llegamos a otro mundo, mucho más
familiar, nos reunimos entorno a una plaza, llamada Huemul I. Este barrio fue
obra del arquitecto Ricardo Larraín Bravo, barrio pensado en los obreros y
funcionarios del lugar. En 1906 se creó la ley habitaciones obreras, que
intenta generar mejor condiciones de vida para estrato social bajo.
Recorrimos Huemul I y vimos un conjunto de bloc que
correspondían a Huemul II, sin pensarlo mucho decidimos entrar y conocerlo,
mucha relación no existe entre estos dos, ya que huemul I propone una vida de
barrio a escala muy acotada, una “ciudad satélite obrera” reconocible y
recorrible por todos, en cambio Huemul II se opone a lo último, dando la
espalda a la calle e interiorizando
proponiendo un sistema más seguro y con control de entrada.
Finalmente volvimos a
recorrer las pocas cuadras que cobijan este barrio, para poder observar el
estilo pintoresco que destacan las construcciones. Encontrándonos con la casa
de Gabriela mistral y al frente un ex convento, tomado por personas, que
arriendan pieza, subdividiendo el interior, por autoconstrucción.
Es así como
el recorrido de este día llega a su fin, conociendo realidades de habitación,
sobrevivencia autoconstrucción. Saliendo de este exconvento, caminamos llegando a San Diego. El
grupo se diluye.
Fin.
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