El día 24 de abril la junta fue
a las 9:30 en la FAU o 9:50 en Mac Iver con Alameda, donde tomamos la micro 230
en dirección al hipódromo, punto de término de la última caminata.
Después de bajar de la micro, en
el camino al hipódromo se ve una gran conflicto, de un lado, un edificio recién
construido abandonado, a lo que parece debido a los estragos del último
terremoto del 2010, en el otro lado de la calle se ven 3 edificios en
construcción. Se nota la tendencia de seguir construyendo en vez de arreglar lo
que ya está hecho, dejando así los vacíos mal preservados y desocupados en la
ciudad.
Entramos en el hipódromo e
hicimos las presentaciones y orientaciones para la caminata, en este día con
dos invitados, Fernanda Ruiz, arquitecta de la Universidad Católica, en representación de un estudio en relación a
los cerros islas en Santiago (http://www.santiagocerrosisla.cl/) y David Scognamiglio, del CAC
(Centro de Arquitectura Contemporánea).
Salimos del hipódromo y fuimos
en dirección al estadio de futbol Santa Laura, pero allá no nos dejaron entrar,
ya que están en el momento haciendo grabaciones de una teleserie. Seguimos
caminando por la calle Julio Martinez Pradanos, ex Santa Laura, hasta llegar a
calle México. La sensación es de un barrio tranquilo, con construcciones
residenciales de un piso con fachada
continua. Encontramos en el camino una feria de alimentos, su presencia se nota
antes de verla, por el olor de pescado que se reconoce.
Las residencias comienzan a
mezclarse con galpones e industrias. Tenemos la primera visión del Cerro
Blanco, por el fuerte smog del aire no se ven muy bien los cerros de en frente,
pero igual se ve atrás de la suciedad del aire el Cerro San Cristóbal. Siguiendo
por la calle México se nota la falta de comercio de barrio, encontrados apenas
en algunos pocos quioscos en la vereda, ahora es mayor aun la presencia de
galpones e industrias. No tiene muchas personas caminando por la calle, este
factor y el buen ancho de la vereda permite que el gran grupo camine
tranquilamente.
Llegamos en la calle Recoleta,
allá ya no se tiene más tranquilidad, el angosto de la vereda y la rápida
velocidad en que pasan los vehículos hace que el camino no sea cómodo. Por esta
misma calle llegamos al Cementerio general, que a pesar de su uso de fuerte
carácter se inserte bien en el contexto, se mostrando también como un buen
ejemplo de lugar sedentario, principalmente por su uso y escala sería muy
difícil que él cambiase de lugar.
Después de una vuelta por el
interior del cementerio seguimos en dirección al Parque Nacional Cerro Blanco
por la calle Santos Dumont. Nos costó lograr encontrar una subida al cerro, la
primera entrada del parque que fuimos estaba cerrada, y no era permitido subir
por la calle interna del cerro. Así que fuimos por un sendero de difícil
subida, por la inclinación y el tipo de terreno, pero fue rápida, en esto se
nota la falta de ocupación pública en el cerro, ya que su acceso es tan difícil.
Llegando arriba nos sentamos en la sombra de los árboles para entonces
descansar y concluir el día de caminata con una buena conversa con los invitados.
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