lunes, 7 de abril de 2014

FAU, Caminata #2



Jueves 03 de Abril, 2014

Todo comenzó juntándonos algunos en la FAU y otros uniéndose en el punto de partida de la segunda caminata, el mall Plaza Norte, comenzamos cruzando una pasarela que nos llevaba al otro lado de Américo Vespucio, donde nos pusimos a caminar por una calle (Ernesto Riel) hacia el interior de la comuna de Conchalí. Avanzando hacia el interior de una población se podían apreciar una gran diversidad de viviendas, las cuales se mostraban bastante pintorescas. Nos topamos con una cancha de tierra, un colegio, almacenes típicos de barrio, pero entre medio también se pudo apreciar una nueva construcción la cual desentonaba totalmente del entorno que veíamos, ya que se trataba de algo mucho más moderno. Adentrándonos por unos pasajes bastante amplios, se podían apreciar casas antiguas y todas muy diferentes unas de otras, muy lindas, con grandes terrenos, y ampliadas en su mayoría por sus propietarios, lo cual les otorgaba a cada una algo diferente y especial. Avanzando entre estos pasajes nos topamos a un caballero mayor, al cual le preguntamos acerca de la historia del sector, comentándonos que estábamos en la “Población Juanita Aguirre” y que ubicáramos a “Don Iván” en su casa unos metros más allá, quien nos podría entregar mayor información al respecto.

Don Iván, quien con mucha amabilidad nos relató un poco sobre la génesis de la población Juanita Aguirre, junto con su señora fueron unos de los primeros habitantes de este barrio, que en un principio era un sector de viñas, y que posteriormente en el gobierno de Arturo Alessandri se construyeron estas viviendas que estuvieron por mucho tiempo sin ser entregadas. Y que posteriormente, en el año 1965 en el gobierno de Frei Montalva, dichas viviendas organizadas en manzanas y enumeradas de la misma manera (lo cual era muy confuso y se prestaba para equivocaciones), finalmente fueron entregadas a sus propietarios. Una vez constituidas las primeras familias de la población los vecinos se organizaron para juntar fondos y comenzar a implementar la villa, ya sea con luz, veredas, plazas, canchas, sedes sociales, entre otros beneficios, como no pagar contribuciones. Don Iván, junto a su señora quien cordialmente nos abrió las puertas de su casa para conocerla y contarnos acerca de su historia en relación a su hogar, su distribución inicial, cómo la compraron y de cómo la fueron ampliando poco a poco, nos explicaban que en la actualidad la población ha ido sufriendo un recambio de vecinos, ya que con el transcurso del tiempo los propietarios han ido falleciendo y sus hijos vendiendo los terrenos, llegando gente nueva al sector.

Luego, continuamos nuestra caminata por calles aledañas, saliendo poco a poco de la población, en donde se podían seguir apreciando viviendas antiguas, unas más arregladas que otras, unas más humildes, otras más ampliadas, además, afuera de muchas de ellas, habían casas de perro muy particulares hechas por la gente, que se ubicaban a la orilla de la vereda. A continuación, recorrimos calles principales, como Independencia, Romeral, Los acacios, entre otras. Logrando apreciar negocios, canchas, plazas, bandejones centrales con bastante verde y otros no tanto, con juegos o máquinas para hacer ejercicio, paraderos del transantiago en la mayoría de las esquinas y variadas viviendas, que enmarcaban estas villas y poblaciones. Luego salimos a Barón de Juras Reales, una calle que recorrimos ampliamente, y la cual por un lado tenía casas y por el otro empresas e industrias. Doblamos por Nueva Uno para finalmente salir a la Autopista central la cual cruzamos y bordeamos por un buen rato, por Eduardo Frei Montalva (sector industrial), que se muestra como una zona bastante árida y con mucho transito vehicular. Finalmente, llegamos a una curva en donde nos metimos por un camino de tierra en donde se veían circular bastantes ciclistas, quienes tomaban esta vía como una especie de atajo o pasadizo. Dicho camino, nos llevo a una vía férrea bajo la autopista central a los pies del cerro Renca, era un lugar que evidenciaba cierto tránsito de gente, algo de basura acumulada en algunos sectores, maleza larga y seca, piedras y en la estructura bajo el puente había diversos rayados y graffitis. Este lugar nos pareció bastante interesante e inspirador para finalizar nuestra exploración con algunas lecturas, para así reflexionar y comentar nuestras experiencias respecto a lo visto y recorrido esa mañana.

Sofía Quezada Vásquez.


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